La inquietud por nuestra respuesta ante la práctica del ejercicio físico crece cuando los que practican deporte son los niños, nuestros hijos.

Iniciarse en la práctica del deporte desde muy pequeño tiene una infinidad de ventajas. Es importante para el desarrollo físico del niño/adolescente, sirve para prevenir enfermedades, es un buen mecanismo de integración social, constituye una de las principales actividades de recreación e introduce al niño en un ambiente de competición sana y positiva que refuerza sus valores. Desde pequeños, por tanto, el esfuerzo físico ha de ser una important de la vida de nuestros hijos.

De la misma manera que, desde que nacen, confiamos su salud al pediatra, ¿por qué no le damos la misma importancia a su salud en la práctica del deporte?

El deporte es salud siempre que se tomen las precauciones necesarias para que la práctica de la actividad física se realice en un marco de seguridad adecuado. La realización de pruebas de esfuerzo orientadas no sólo a obtener el certificado médico deportivo sino a generar un estudio de calidad del estado físico del niño/adolescente permite que el deportista disfrute de la actividad sin preocuparse de su salud, y también permite que sus padres sólo tengan que preocuparse de ver como sus hijos aprenden, se desarrollan y disfrutan.