¿Por qué es necesaria una prueba de esfuerzo?

Prueba de esfuerzo

La realización de actividad física de manera regular incrementa, sin ninguna duda, la calidad de vida de la persona. Se considera una persona activa toda aquella que practique una actividad física moderada o intensa más de 30 minutos al menos 3 veces a la semana. Caminar con cierto ritmo, correr, ir al gimnasio o practicar deportes de grupo como el futbol, el baloncesto o el balonmano son ejemplos de una actividad moderada o intensa necesaria para mantener un buen equilibrio físico y mental.

Pero la práctica de deporte no está exenta de riesgos y hay que estar muy atento a las respuestas de nuestro cuerpo mientras hacemos deporte. Conocer nuestro estado inicial, nuestra respuesta al esfuerzo físico, es importante para practicar cualquier actividad deportiva de manera segura. La valoración médica deportiva (prueba de esfuerzo, también conocida como ergometría), a diferencia de un examen médico común, está enfocada a estudiar como se comporta tu organismo cuando practicas deporte, y los cambios que se producen durante la práctica del mismo.

La prueba de esfuerzo

Prueba de esfuerzo

La prueba de esfuerzo estudia el funcionamiento de nuestro corazón durante el ejercicio.

  • ¿Para qué sirve? Diagnosticar alteraciones cardiacas del deportista como la cardiopatía isquémica, arritmias y alteraciones del ritmo, hipertensión arteral, así como malformaciones congénitas que puede constituir un riesgo para la persona.
  • ¿A partir de qué edad y cada cuanto se debe hacer una revisión médica con prueba de esfuerzo?
    • A partir de los 16 años, cualquier deportista que realice actividad media/alta, es aconsejable que la revisión médica sea con prueba de esfuerzo, mínimo cada dos años.
    • Para los deportistas que practiquen una actividad física de alta intensidad o que sean mayores de 30 años, se recomienda la realización de prueba de esfuerzo cada año.

La ergometría también es una herramienta a la hora de valorar las capacidades físicas del deportista, así como calcular parámetros fisiológicos como el consumo máximo de oxígeno, los umbrales anaeróbicos, los METS, etc… Esta información será de gran importancia a la hora de planificar entrenamientos y preparar a los deportistas para el entrenamiento que les permita alcanzar un estado de forma óptimo.