La parada cardíaca es la primera causa de muerte por enfermedad coronaria en el mundo occidental. Se calcula que, a nivel estatal, se produce una parada cardíaca cada 20 minutos y más del 25% de estas están causadas por una fibrilación ventricular que sólo puede revertirse con la desfibrilación. La realización de ejercicio físico intenso y la existencia de enfermedades cardíacas previas, detectadas o no, aumentan el riesgo de sufrir una parada. Sin un tratamiento adecuado, menos de un 5% de las personas afectadas por una parada cardíaca sobrevive. De hecho, cada minuto que pasa sin recibir tratamiento, las posibilidades de supervivencia se reducen un 10%.

¿Qué es un desfibrilador?

Un Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un aparato portátil que permite a cualquier persona, con una foramción básica, actuar eficientemente en una situación de parada cardíaca.
Un DEA es:

• fácil de utilizar, ya que emite mensajes de voz que guían al operador durante todo el procedimiento,
• seguro, ya que nunca se aplicará una descarga si no es necesaria.

¿Qué podemos hacer para mejorar la cardioprotección de nuestros espacios?

La formación en Soporte Vital Básico y la instalación de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) en espacios públicos permitirá, en caso de parada cardíaca poner en marcha la cadena de supervivencia:

Si la persona que presencia una parada cardíaca inicia inmediatamente las maniobras de Soporte Vital Básico y, si es necesario, realizada una desfibrilación precoz, las posibilidades de supervivencia pueden aumentar a más de una 60%. La desfibrilación precoz es el procedimiento aislado de resucitación que salva más vidas.